miércoles, 24 de febrero de 2016

miopía del futuro

La miopía es la alteración ocular por la cual una persona no puede ver o distinguir los objetos lejanos. La psicología y las neurociencias tomaron ese nombre dado que es muy frecuente observar que las personas tomen decisiones para satisfacer sus deseos o necesidades inmediatas aun en conocimiento de que resultarán perjudiciales en su futuro. A título de ejemplo se puede citar a quien quiere bajar de peso pero no puede evitar comer en exceso, el que fuma aunque conoce que sus pulmones se dañarán más aun, el que bebe aunque su hígado este graso, quien mantiene vínculos afectivos que debería cortar o aquel que está preso de una adicción. El denominador común es que se impone en ellos la satisfacción inmediata sin valorar sus consecuencias posteriores.
Tomar decisiones responsables y efectivas implica apreciar los pros y los contras dentro de diversas alternativas. En esta capacidad de regular, planear y supervisar los complejos procesos para decidir se necesitan de lóbulos cerebrales frontales sanos y con un funcionamiento tal que, finalmente, permita dirigir la conducta final a buen puerto.
Para la investigadora M.D. Lezack, “las funciones ejecutivas que ejercen los lóbulos frontales son las que hacen que un individuo funcione de manera independiente, con un objetivo determinado y en forma satisfactoria”.

En esa parte del cerebro se acopla lo pensante y lo emocional. Si existe una disfunción de esas áreas resultarán señales contradictorias y se dificultará la capacidad de ponderar las decisiones, entrando en conflicto los efectos inmediatos y las consecuencias futuras.

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